Generalmente, el resultado es un conducto principal situado en el centro de raíz, que abre en un agujero único central o ligeramente desviado en sentido distal. Sin embargo, pueden formarse conductos laterales o accesorios, como también terminar a manera de un delta apical, cuya complejidad varía de una pieza dentaria a otra.
En el caso de existir conductos laterales, el tejido periodontal. Los canales accesorios, si bien pueden encontrarse a cualquier nivel radicular, son más frecuentes en el tercio apical.
El tejido pulpar y dentinario conforman estructural, embriológica y funcionalmente una verdadera unidad biológica conocida como complejo dentino pulpar. Desde el punto de vista estructural los cuerpos de los odontoblastos se localizan en la interface existente entre la pulpa y la dentina y su prolongación principal o proceso odontoblástico se ubica en el interior de los túbulos dentinarios. Desde el punto de vista embriológico, ambos tejidos dentinario y pulpar, tienen su origen en la papila dentaria y funcionalmente los odontoblastos son los responsables de la formación y mantenimiento de la dentina. Por todas estas razones se les considera como un tejido biológico único, pero de características histológicas diferentes.