miércoles, 21 de marzo de 2012

Embriología de la pulpa dental

Durante el desarrollo de la raíz, la vaina epitelial de Hertwig es la que determina la forma y el número de raíces y; por ende, de los conductos.
Generalmente, el resultado es un conducto principal situado en el centro de raíz, que abre en un agujero único central o ligeramente desviado en sentido distal. Sin embargo, pueden formarse conductos laterales o accesorios, como también terminar a manera de un delta apical, cuya complejidad varía de una pieza dentaria a otra.








En el caso de existir conductos laterales, el tejido periodontal. Los canales accesorios, si bien pueden encontrarse a cualquier nivel radicular, son más frecuentes en el tercio apical.






El tamaño de la cavidad pulpar disminuye con la edad por el depósito continuo de dentina secundaria y, también por la aposición localizada y deformante de la dentina terciaria que se produce como respuesta ante distintos tipos de noxas.


El tejido pulpar y dentinario conforman estructural, embriogica y funcionalmente una verdadera unidad biológica conocida como complejo dentino pulpar. Desde el punto de vista estructural los cuerpos de los odontoblastos se localizan en la interface existente entre la pulpa y la dentina y su prolongación principal o proceso odontoblástico se ubica en el interior de los túbulos dentinarios. Desde el punto de vista embriológico, ambos tejidos dentinario y pulpar, tienen su origen en la papila dentaria y funcionalmente los odontoblastos son los responsables de la formación y mantenimiento de la dentina. Por todas estas razones se les considera como un tejido biológico único, pero de características histológicas diferentes.

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